Haz que cada sonrisa valga siempre por dos lágrimas. No dejes que te hagan creer que no vale la pena ser feliz.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Mi felicidad tiene nombre y apellidos: Nuria Goldáraz


            Es verla, y que se de la vuelta mi mundo. Es oír sus palabras, y no querer escuchar nada más. Es ver sus gestos, y que lo demás desaparezca. Es querer tenerla siempre entre mis brazos, para protegerla y que nada le haga daño. Es que roce mi piel aunque sea para pegarme y que se pare el mundo. Parece que estoy enamorada. Y en verdad si, lo estoy. Estoy enamorada de su forma de ser, de su sonrisa, de su mirada, de sus tonterías, de cuando se pone seria, de cuando se enfada y por supuesto de cuando se vuelve loca. Es estar enamorada de todos los momentos que pasamos juntas, aunque estemos enfadadas y no nos hablemos, o si estamos contentas y solo nos reímos. Es estar enamorada de cada segundo que paso a su lado, y que nunca sea suficiente. Es querer que esta vida no acabe nunca, simplemente por el hecho de que ella esta a mi lado. Es estar enamorada de todo lo que soy, porque es gracias a ella que soy así. Ella es quién me hace ser feliz, ni mi familia, ni ningún chico podría hacerme ser feliz como lo hace ella. ¿Cómo no enamorarse de ella? Aunque no sea perfecta, porque nadie lo es, hace que todo a su alrededor, todo lo que hace y dice se vuelva increíble, inigualable. Me hace sentir especial, por tenerla a mi lado. Hoy me ha dicho que no se casaría nunca. La verdad es que creo que no existe nadie que la merezca lo suficiente como para que ella le haga sentir así de bien, ni siquiera yo. Pero sé que encontrará alguien especial, alguien que le hará sentir como ella me hace sentir a mí, que la ame, y la trate como ella se merece. Espero que no tenga prisa por escoger a esa persona, porque lo bueno se hace esperar, y da igual lo que piensen los demás.
            Recuerda: vives para ser feliz, no para complacer a nadie.